La mayoría de Jóvenes que hemos decidido seguir a Jesús en
sus caminos nos enfrentamos a más problemas de los que antes teníamos, si bien
las bendiciones por parte del Señor se multiplican, las pruebas que nos
presenta el enemigo crecen, muchos amigos que antes andaban contigo te critican
te rechazan por que intentas cambiar, porque vas a la pastoral o por que estas
tratando de buscar a Dios, malos nombres y apodos no faltan en algunos países
nos llaman “panderetas” “chupasirios” “aleluyas”, y quien sabe que otros apodos
más, la consecuencia de esto es que muchos jóvenes que tratan de cambiar y de
buscar a Dios inevitablemente caen, por culpa del que dirán mis amigos.
Pareciera que vamos contra el mundo, porque rechazamos la
mayoría de propuestas negativas que este nos ofrece y por eso somos la
diferencia, no es que seamos mejores pero sin duda alguna vamos
contracorriente.
Tal vez te a pasado que llegas del grupo de jóvenes, gozoso
y lleno de Dios y te encuentras todo lo contrario en tu casa: gritos, desorden,
descalificación, criticas contra ti, no puedes equivocarte en nada cuando tal
vez tus padres ya te dicen que eres un hipócrita que de que te sirve y a tanta
reuniones, tal vez porque están enojados y se descargan contra ti, o porque tal
vez tienen razón ya que a veces por andar mucho en las cosas de Dios olvidamos
nuestras responsabilidades, y a Él no le gusta eso.
Sin embargo sea cual sea tu caso, simplemente ¡sigue!
Recuerda que la verdadera búsqueda del reino de Dios no la ganamos estando solo
en el grupo cantando alabando a Dios con nuestros amigos, la verdadera lucha la
libramos en nuestros estudios siendo responsables y dando lo mejor, de esta
manera alabamos a Dios, también en el trabajo aunque todos sean corruptos y tu
tengas que hacer todas las cosas legalmente no te preocupes por que siendo
justo con los empleados, los jefes, los clientes, estas de esta forma
glorificando a Dios, en tu familia con tu ejemplo puedes reflejar en ti a Dios
e influenciar a los demás, recuerda lo que dice la Biblia “cree tú y tu familia
será salva” también en tu grupo de amigos mientras todos dan mal ejemplo,
diciendo malas palabras, criticando, burlándose de los demás etc, tu en cambio
demuestra todo lo contrario, aun cuando te llamen abuelo o amargado muy en el
fondo tus amigos te admiraran, ¡sigue! No se trata de vivir en otro mundo o
apartados de los demás se trata de ser mejor persona con la ayuda de nuestro
mejor amigo: Jesús.
El camino no es nada fácil pero con Él todo lo podemos
enfrentar, por más que queramos hacer las cosas a nuestro modo, siempre
fallaremos pues somos humanos, pero si le entregas toda tu vida , y te
abandonas en sus manos el camino se hace más fácil, por eso ¡no tires la
toalla! ¡sigue perseverando! ¡aunque caigas, levántate y sigue! Dios necesita
jóvenes de valor que se enfrenten con los problemas y males de este mundo y los
venzan en Cristo, jóvenes rebeldes de la mediocridad, la injusticia, la guerra,
el odio, jóvenes dispuestos a cambiar la sociedad, la Iglesia te necesita para
que lleves con tu vida el evangelio y evangelices a los demás, no se trata de
andar un Biblia debajo del brazo, y andar usando la palabra de Dios como un
arma para criticar a medio mundo, y andar mandando “biblazos” a todo el mundo
“por que la palabra de Dios dice... esto y lo otro” y ya te crees perfecto, más
bien se trata de dar testimonio con nuestro forma de vivir, testimonio que
influencia a todos los que conviven a tu alrededor, en esta fecha que en
nuestra amada Iglesia celebramos a Cristo Rey” vale la pena analizar ¿quién es
Dios para ti? Y si ¿Jesús de verdad reina en ti? Que es lo importante, será
Dios el centro de tu vida, o solo una alternativa en los momentos de
dificultad, todo esto es muy personal y hay que reflexionar profundamente sobre
esto.
Sin embargo si estas buscando a Dios ¡sigue! Si ya tienes
tiempo de andar en sus caminos ¡sigue! Si tienes te has apartado de Dios
¡búscalo! Y te aseguro que las cosas serán mejor, si estas sirviéndole al Señor
en la Iglesia en el grupo de pastoral, como catequista, en el coro, en alguna
misión, te felicito ¡sigue! Que el camino nunca acaba pero en Él tendremos
nuevas fuerzas.
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