Muchas veces tenemos miedo...
Miedo de lo que podríamos no ser capaces de hacer. Miedo de
lo que podrían pensar si lo intentamos. Dejamos que nuestros temores se
apoderen de nuestras esperanzas.
Decimos que no, cuando queremos decir que sí.
Nos callamos cuando queremos gritar y gritamos con todos
cuando deberíamos cerrar la boca.
¿Por qué? Después de todo sólo vivimos una vez. No hay
tiempo de tener miedo.
Entonces basta.
Haz algo que nunca hiciste. Atrévete. Olvídate que te están
mirando. Intenta la jugada imposible. Corre el riesgo. No te preocupes por ser
aceptado. No te conformes con ser uno más. Nadie te ata. Nadie te obliga.
Sé tú mismo. No tienes nada que perder y todo,, todo por
ganar. Muchas veces creemos en el destino. Rezamos, esperamos que las cosas
pasen y nos olvidamos de lo más importante. ¡Creer en nosotros mismos! Nos
conformamos en vez de arriesgarnos. Sin pensar que cada día que pasa nunca
volverá.
Nada está escrito. Nada está hecho. Ni siquiera lo
imposible. Todo depende de nuestra voluntad. De esa fuerza que nos sale de
adentro. De decir "si puedo" a cada desafío. Tenemos el poder. Cuando
estamos decididos.
Cuando estamos convencidos, cuando de verdad queremos algo,
no hay obstáculo capaz de imponerse Si queremos podemos llegar alto, hacer lo
que sea...
Sólo hay que proponérselo.
Si sueñas con ser el mejor del mundo...
Si sueñas con los aplausos...
Si sueñas con ganar
campeonatos...
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