lunes, 19 de septiembre de 2016

LA FE CADA VEZ ES MAS DENIGRADA

Antes  que  nada   me  disculpo por  mi ausencia    en  estos   medios,  pero   la  misma   necesidad    de  mi  entorno     hace  que  me  ocupe   mas   y   que  no  atienda  esta   parte    que  también es  necesaria....

Bueno y  continuando  con lo de   mi  artículo  que  tengo  pensado compartirles;  la  verdad   es  que  es  muy  complejo  todo  esto   porque  conforme   avanzan  los  días  se  nota  mas  la  decadencia  de  valores  y principios  de  los    hijos  de  Dios.   Y   que  decir  de  la  FE,  desgraciadamente  se  está  perdiendo. Hemos  tenido    fines  de  semana  de  visiteo  y   se  nota   como las  personas  ahora   ya  no creen   en  Dios  y  piensan  que la  iglesia  católica   ha  dejado de  ser misionera.

Sin  embargo  aun  quedan esperanzas  en aquellos   corazones mas  humildes,  que   tienen  hambre  y sed  de  ser  escuchados.  Ellos  necesitan   a  alguien que los  escuche,  que  les   devuelva  la   confianza   y  sobretodo  que   su  Fe   vuelva  a    ser  la luz  para   el  camino en  esta  vida.

Me  he preguntado   a  diario  que  es  lo que  debo   hacer  yo  como   seguidor  de  Cristo. Y  cada  vez    estoy  más  convencido  que  debemos  salir y  encontrarnos  con  aquellos  que  sienten  que  la  vida no tiene  sentido.

Debemos  luchar   juntos, levantarnos    y  compartir lo   que  tenemos  para  que  volvamos  a  confiar,  a  creer   y  sobretodo  a  AMAR.

En la actualidad  es  amor  parece  ser   algo  efímero,  como si  se   tratase  de un  cuento  o una  fantasía. Ya  no  comprenden que  cuando  hablamos  de   amor... Hablamos  que   ese  amor  es  Dios, pero   como creerán  si  ya nadie  limpia  sus  lágrimas,  si nadie  da   pan    o   nadie  cura  las   heridas. Es  tiempo de   afianzarnos  y lanzarnos  al  mundo.  Hay que  rescatar  almas   para  Cristo  y salir de  la  pereza, del  miedo  y la   inseguridad.

Vamos  hermano  católico seamos   aquellos  mensajeros  que llevan la  Buena  Nueva.  No  te    canses,  no te  rindas,  una  y mil  veces  levanta  la  voz  y clama  al Señor  tu Dios   para  que  esto  vuelva  a  ser   el mundo  donde  se  alabe   y se   bendiga  el  nombre  de  Dios.

jueves, 21 de abril de 2016

NO TE CANSES DE HACER EL BIEN


«Y vosotros, hermanos, no os canséis de hacer el bien» (2 Ts. 3:13).


1. Un resumen  de la vida cristiana:

«La Escritura  nos  llama a  «hacer el bien».



a) El trabajo religioso es hacer el bien: predicar, enseñar, escribir libros y cartas, dar clases bíblicas, distribuir tratados, hacer obra personal, la oración privada, la alabanza, etc.
b) Una obra de caridad también es hacer el bien: los pobres, las viudas y los huérfanos, los ignorantes, los enfermos, los caídos, los despreciados, han de ser objeto de nuestra tierna atención y cuidado.
Todo lo que se haga con el sentido del deber, con dependencia de Dios, con fe en Su Palabra, por amor a Cristo, en buena voluntad para con los demás, y pidiendo la dirección del Señor, es hacer el bien.
2. Una advertencia en cuanto a cansarse de hacer el bien:
a) Los malos ejemplos llevan a los Trabajadores a la holgazanería (v. 11).
b) Los entrometidos y las personas que andan desordenadamente en la iglesia, estorban a muchos de su servicio diligente.
c) Los que causan dificultades, como los hombres «perversos y malos», perturban a aquellos que desean servir sinceramente al Señor (v. 2).
3. Un argumento en contra del cansancio en hacer el bien:
a) No pierdas lo que ya has conseguido.
b) Considera a los  que son capaces de negarse,  los demás por cosas inferiores: soldados, luchadores, corredores de carreras, etc.
c) Recuerda que el ojo de Dios está sobre ti, Su mano está contigo, también Su sonrisa, y que Él es el que te manda  a servirle.


d) Refleja la grandeza del servicio en sí mismo haciéndolo para el Señor y para Su gloriosa causa.

miércoles, 20 de abril de 2016

DEBEMOS TENER SIEMPRE NUESTRA VISIÓN



La palabra de Dios dice en 1 Pedro 3:9 ““…bendigan, porque para esto fueron llamados, para heredar una bendición.”
Y de acuerdo con este pasaje Dios nos ha mostrado el propósito con el cual nos ha levantado en esta generación:
Nuestra visión es la de ser una Iglesia que: Impacta a las Naciones por la presencia de Dios que habita en ella.
Nuestra misión es: “Mientras sea de día, tenemos que llevar a cabo la obra del que me envió. Viene la noche cuando nadie puede trabajar.” Juan 9:4
Nuestra meta: Es vivir cada día en el poder del Espíritu Santo para hacer las obras que Jesús hizo y aún mayores.
El anhelo en nuestro Corazón...

Es nuestro mayor anhelo que cada uno de los miembros de nuestra congregación camine en la voluntad de Dios experimentando un fresco mover del Espíritu Santo en su vida, el cual le pueda llevar a la estatura del varón perfecto que es Cristo.

lunes, 2 de noviembre de 2015

NO APARTARÉ MI CORAZÓN DE TI


1.       Introducción desde la Palabra de Dios:

 1 Samuel 13: 13,14
“Entonces Samuel dijo a Saúl: Locamente has hecho; no guardaste el mandamiento de Yahvé tu Dios que él te había ordenado; pues ahora Yahvé hubiera confirmado tu reino sobre Israel para siempre. Mas ahora tu reino no será duradero. Yahvé se ha buscado un varón conforme a su corazón, al cual Yahvé ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que Yahvé te mandó”
Saúl apartó su corazón de Dios. Si apartamos nuestro corazón a Dios:
·         Dios puede escoger a otro en vez que a mí:

Ø  Yahvé se ha buscado un varón conforme a su corazón,
·         Al más débil, al que no le hacemos caso; a ese escogerán en vez que a mí. En la primera carta a los corintios capítulo 1,27-28 dice San Pablo:
Ø  “Ha escogido Dios más bien lo necio del mundo para confundir a los sabios. Y ha escogido Dios lo débil del mundo, para confundir lo fuerte. Lo plebeyo y despreciable del mundo ha escogido Dios; lo que no es, para reducir a la nada lo que es.”
·         Cuando veamos que no hay bendición en nosotros, no será que ya hemos apartado nuestro corazón de Dios. Dt 28,15-20
Ø  “Pero si desoyes la voz de Yahvé tu Dios, y no cuidas de practicar todos sus mandamientos y sus preceptos, que yo te prescribo hoy, te sobrevendrán y te alcanzarán todas las maldiciones siguientes: Maldito serás en la ciudad y maldito en el campo. Malditas serán tu cesta y tu artesa. Maldito el fruto de tus entrañas y el fruto de tu suelo, el parto de tus vacas y las crías de tus ovejas. Maldito serás cuando entres y maldito cuando salgas. Yahvé enviará contra ti la maldición, el desastre, la amenaza, en todas tus empresas, hasta que seas exterminado y perezcas rápidamente, a causa de la perversidad de tus acciones por las que me habrás abandonado.”

2.       Explicación de la lectura

Ubiquémonos un poco. ¿Qué es lo que está sucediendo aquí? Resulta que el primer rey que tuvieron los israelitas, fue Saúl. Y lo normal en esa cultura y en la mayoría de las culturas, es que un descendiente del rey es el que tiene que seguir en el trono. Eso es lo que se llama una dinastía. El trono se recibe por herencia. Pero sucede que ningún descendiente de Saúl fue el siguiente rey. Después de Saúl, el rey que quedó en Israel, fue David. Y la Biblia nos cuenta, precisamente en estos libros de Samuel, por qué sucedió así.
Saúl apartó su corazón de Dios, apartó su confianza de Dios, cometió incluso una gravísima falta: cuando se vio perdido, acudió al espiritismo. Saúl se apartó de Dios, y Dios se apartó de Saúl. Pero esto no lo hizo inmediatamente sino que lo hizo paulatinamente, es decir, poco a poco. De hecho vemos como David va y toca el arpa ante Saúl para que se le ahuyentara el espíritu maligno. (1 S. 16:14-23).
Y a través del profeta Samuel, quien a su vez Dios había puesto como un guía para Saúl para que no se apartara del camino, este Samuel fue el mismo profeta que ungió a Saúl como rey, Dios le dijo a Saúl que lo descartaba como rey. Y en ese sentido, no sólo se apartó de Saúl, sino se apartó de la familia de Saúl, lo cual tiene una razón de ser también.
Cuando se nos presentaba al rey Saúl, se decía: "Era un hombre que sobresalía entre todos los israelitas, sobresalía de los hombros para arriba" 1 Samuel 9,2. Era alto, era fuerte, era un gran guerrero.
 Pero ahí hay una experiencia. Saúl, el gran guerrero, se apoya en sus fuerzas. Y sus fuerzas, como las fuerzas de cualquier ser humano, son insuficientes para responder al plan de Dios. Cuando ellas fallaron, él no buscó apoyo en Dios. Por eso Dios no quiere que Saúl sea rey, y tampoco quiere que una familia de fortachones y de guerreros, esté en el trono.
Eso no lo quiere Dios. Por tanto, Dios busca un modelo completamente distinto: la humildad de un hombre, que no proviene de familia de guerreros, la humildad de un hombre, que incluso es descartado por sus propios hermanos y por su propio padre Jesé. Ese hombre es David.
Algunas características buenas de Saúl:
Ø  Comenzó siendo un hombre sorprendente.
ü  1 Samuel 9:1 «No hay nadie como él en todo el pueblo.»
Ø  Saúl es humilde.
ü  1 Samuel 9:21 Cuando fue escogido como rey, iba a quedarse trabajando en la granja donde trabajaba. Tenía 30 años.
Ø  Tenía un futuro prometedor, y reinó por 42 años.

Ø  Saúl tenía un espíritu tan noble y a la gente le gustaba eso.
Ø  El era alto, fuerte, guerrero,
Ø  Amaba a Dios
Ø  Su futuro era brillante.
 Algunas características desagradables de Saúl:
Ø  A la hora de su muerte, era atormentado por una depresión increíble, impulsado por los celos, su mente y sus emociones estaban en ruinas.
Ø  Perdió el respeto de la gente que le rodeaba.
Ø  Sus hijos se apartaron de él.
Ø  No era capaz de amar, de tener paz o gozo.
Ø  Era el cascarón de lo que había sido antes.
Ø  Saúl no comenzó siendo malvado y violento.
Ø  El problema es que no tenía el coraje de enfrentar sus debilidades.


3.       ¿Qué fue lo que le pasó a Saúl?

·         Primero:  NOS ACOSTUMBRAMOS A VIVVIR EN UNA DESOBEDIENCIA SUTIL HACIA  DIOS.

«Lo que tienes que hacer es esperar, ¿entendiste Saúl? » « Esperar » Permite que el miedo y la ansiedad lo pongan impaciente y desobedece, a Dios y ofreció sacrificio él mismo. Llega Samuel… 1 Samuel 13:7-12 ¿Qué has hecho? Dios te pidió que hicieras una sola cosa. ¿Qué has hecho? Aquí Saúl distorsiona la verdad lo suficiente como para aparentar que lo que hizo no fue tan malo. En vez de reconocer que debía de haber esperado y no lo hizo. 1 Samuel 13:13 Parecía como si estuviese haciendo algo bueno, una desobediencia sutil. Pero Saúl no estaba confiando en Dios en ese momento. El estaba tratando de usar a Dios. 1 Samuel 15:1-3 Así que Saúl gana la batalla y opta por tener OBEDIENCIA SELECTIVA, se queda con el mejor ganado. Una vez más él trata de cubrir lo que hizo con algo espiritual. 1 Samuel 15:9 Samuel aparece cuando Saúl no lo quiere ver. Cuando sabemos que lo que hacemos no es correcto a los ojos de Dios y constantemente y paulatinamente nos separamos de su gracia.
·         Segundo: Aprendemos a VIVIR CON  LA FALTA de intimidad con Dios.

Saúl aprende a vivir con el hecho de que ya no hay mucha cercanía entre Dios y él. «El Espíritu de Dios se apartó de Saúl, y un espíritu malo de parte del Señor le atormentaba». 1 Samuel 16:14-17. 1 Samuel 16:21-23 Ahora vamos al verso 21… «David fue a Saúl y le servía; y Saúl lo amó grandemente. “Sucedía que cuando el espíritu malo de parte de Dios venía a Saúl, David tomaba el arpa, la tocaba con su mano, y Saúl se calmaba y se ponía bien, y el espíritu malo se apartaba de él ». Saúl está al borde de un colapso emocional. Su personalidad comienza a desintegrarse. Sufre de paranoia, como que todos están en contra de él, tiene cambios de ánimo de forma repentina, pero descubre que cuando David toca el arpa, se siente mejor. A final de cuentas Saúl estaba usando la música para evadir cosas más profundas. Su distancia con Dios estaba creando todo ese dolor. La música tiene un tremendo poder espiritual. ¿Verdad? La música es muy importante de nuestro crecimiento y adoración. El necesitaba arrepentirse, pero se conformó con SENTIRSE MEJOR. Pero me pregunto cuántos de nosotros estamos en dolor ahora mismo porque hemos aprendido a tolerar la distancia entre Dios y nosotros. Dios no quiere eso. Así que cuando el dolor incrementa, tu solo quieres distraerte, trabajas un poco más, o vez más TV o te tomas un trago, o vas a la tienda y compras algo para hacerte sentir mejor. Me pregunto si tienes el valor de hacer la pregunta a Dios hoy mismo: «Dios, ¿Cómo están las cosas entre tú y yo? » ¡Había comenzado tan bien! Aprendió a tolerar las desobediencias sutiles, la falta de intimidad con Dios y trató de distraerse y buscar alivio en vez de enfrentar la verdad. 

·         Tercero: Aprendemos a VER  A LOS DEMAS CON OJOS HUMANOS

Saúl aprendió a ver a los demás con ojos humanos. 1 Samuel 18… Aparece David y Dios bendice a David en todas las áreas de su vida. «Cuando Saúl vio que él prosperaba mucho, le tuvo terror ». 1 Samuel 18:15 Ahora veamos el verso 30 Saúl miró a David con recelo. Saúl temía a David, porque el Señor estaba con él y se había apartado de Saúl. 1 Samuel 18:6-12 Y lo que quedaba del corazón de Saúl comenzó a endurecerse, su corazón se ha torcido tanto que piensa que si puede eliminar a David, entonces puede deshacerse de los problemas en su corazón. Cuando uno llega a esta etapa de decadencia, te estás destruyendo. Salmo 95: “Ojalá hoy escuchen la voz del Señor: “No endurezcan su corazón como en Meribá, como en el día de Masá, en el desierto, cuando sus padres me tentaron y provocaron, aunque habían visto mis obras”. Este tiene mejor talento que yo, o a veces decimos este no tiene idea de lo que es la música, etc.

·         Cuatro:  TRAICIONAMOS los valores sobre los cuales un día dijimos que construiríamos nuestras vidas.
Saúl traiciona los valores sobre los cuales quería construir su vida y su reinado… «1 Samuel 28, 26 y ss. Al ver Saúl el campamento de los filisteos tuvo miedo y su corazón se turbo en gran manera. Y Saúl consultó al Señor, pero el Señor no le respondió. » Saúl solo quería saber ¿Qué tengo que hacer para tener éxito y ganar en la batalla? El no quería la voluntad de Dios. Él quería información sobre el futuro. Como Dios guardó silencio. Y Dios siempre va a guardar silencio ante la persona que quiera mal usar la información que Dios le va a dar. El mismo rey que prohibió lo oculto… se disfraza para usar lo oculto. Si no puede conseguir información con Dios, entonces la va a conseguir con la bruja de Endor. Consulto a una nigromante (persona que practica la nigromancia: práctica supersticiosa que pretende adivinar el futuro consultando a los muertos. Magia negra o diabólica.) ¡Saúl se disfrazó! Tiempo atrás, Saúl había echado de la tierra todos los médium y espiritistas, y había hecho una ley de que nadie podía consultar con brujas ni médiums. «El Señor te ha hecho esto hoy: mañana, tú y tus hijos estarán conmigo. Ciertamente el Señor entregará al ejército de Israel en manos de los filisteos. » (1 Samuel 28:13-19) ¡Acabado! Saúl está acabado. Su valor, esperanza y humildad: Murieron. Perdió el reino y algo más: Porque tú no obedeciste al Señor…. Un hombre derrotado cae ante su propia espada. Lágrimas de lamento por Saúl. La gente lloró, que diferente hubiese sido la historia si Saúl hubiese dado lo mejor de sí. El resultado final de la decadencia de la vida espiritual es que traiciones los valores que un día respetabas. ¿Cómo está tu vida en estos momentos?, ¿te estás acercando a Dios o te está alejando de Dios? No dejes que eso te pase a ti. Guarda tu corazón. Asegúrate de terminar bien tu carrera. 

4.       ¿Qué debemos hacer para volver nuestro corazón a Dios?

·         Nuestro corazón necesita una transformación; ser purificado. 

Hechos 3:19 dice: “Arrepentíos, pues, y convertíos, para que vuestros pecados sean borrados, a fin de que del Señor venga el tiempo de la consolación y envíe al Cristo que os había sido destinado, a Jesús,”
Sal 51,12-13: Crea en mí, oh Dios, un puro corazón, un espíritu firme dentro de mí renueva; no me rechaces lejos de tu rostro, no retires de mí tu santo espíritu. 
Hch 13,22-22: Depuso a éste y les suscitó por rey a David, de quien precisamente dio este testimonio: He encontrado a David, el hijo de Jesé, un hombre según mi corazón, que realizará todo lo que yo quiera.
Jr 17,9-10: El corazón es lo más retorcido; no tiene arreglo: ¿quién lo conoce? Yo, Yahvé, exploro el corazón, pruebo los riñones, para dar a cada cual según su camino, según el fruto de sus obras.

SALMO Sal 94, 6-11: ¡Entren, inclinémonos para adorarlo!  ¡Doblemos la rodilla ante el Señor que nos creó!  Porque él es nuestro Dios, y nosotros, el pueblo que él apacienta, las ovejas conducidas por su mano.
Ojalá hoy escuchen la voz del Señor: “No endurezcan su corazón como en Meribá, como en el día de Masá, en el desierto, cuando sus padres me tentaron y provocaron, aunque habían visto mis obras”.
Purificar el corazón, purificar la voluntad y purificar la libertad es atreverse a tocar una fibra muy interior, porque es la fibra en la cual nosotros reposamos sobre nosotros mismos.

·         Nuestro corazón necesita corrección
Pr 4,20-22: Atiende, hijo mío, a mis palabras, inclina tu oído a mis razones. No las apartes de tus ojos, guárdalas dentro de tu corazón. Porque son vida para los que las encuentran, y curación para toda carne
·         Necesitamos guardar nuestro corazón del mal

Pr 4,23: Por encima de todo cuidado, guarda tu corazón, porque de él brotan las fuentes de la vida.  
Pr 4,24-27: Aparta de ti la falsía de la boca  y el enredo de los labios arrójalo de ti.  Miren de frente tus ojos,  tus párpados derechos a lo que está ante ti. Tantea bien el sendero de tus pies y sean firmes todos tus caminos.  No te tuerzas ni a derecha ni a izquierda, aparta tu pie de la maldad.
·         Nuestro corazón necesita a Cristo
Atrevámonos a permitirle a Cristo tocar nuestras fibras más íntimas, nuestros talentos, nuestra música y nuestro canto, nuestro servicio, en pocas palabras toda nuestra vida.
Ez 11,19-21: Yo les daré un solo corazón y pondré en ellos un espíritu nuevo: quitaré de su carne el corazón de piedra y les daré un corazón de carne, para que caminen según mis preceptos, observen mis normas y las pongan en práctica, y así sean mi pueblo y yo sea su Dios. En cuanto a aquellos cuyo corazón va en pos de sus monstruos y abominaciones, yo haré recaer su conducta sobre su cabeza, oráculo del Señor Yahvé.»
Mt 5,8: Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.  
Mt 11,29-29: Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.

“Que Cristo nos haga hombres conformados a su corazón”

¿QUE ES LA ALABANZA ?




1.- LA ESENCIA DE LA ALABANZA
2.- ¿POR QUÉ SE DEBE ALABAR AL SEÑOR?
            2.1. LO ORDENA SU PALABRA
            2.2. ÉL SE ENTRONA EN LA ALABANZA
            2.3. HAY PODER EN LA ALABANZA
            2.4. ES BUENO ALABAR
            2.5. ÉL ES DIGNO DE ALABAR
            2.6. DIOS CREÓ AL HOMBRE PARA QUE LO ALABE
3.- ¿CUÁNDO SE DEBE ALABAR?
            3.1. AHORA MISMO
            3.2. TEMPRANO Y POR LA NOCHE
            3.3. EN LA ADVERSIDAD
4.- ¿DÓNDE SE DEBE ALABAR?
             4.1. EN TODO LUGAR
            4.2. EN LA CONGREGACIÓN
            4.3. DELANTE DE LOS HOMBRES Y DE LAS NACIONES
5.- ¿CÓMO SE DEBE ALABAR?
            5.1. LEVANTANDO LAS MANOS
            5.2. PALMOTEO
            5.3. INSTRUMENTOS
            5.4. POSICIÓN DE PIE
            5.5. DE RODILLAS, INCLINADO Y POSTRADO
            5.6. EL CANTO
            5.7. DE FORMA AUDIBLE
            5.8. LA DANZA
            5.9 .LA ACLAMACIÓN
            5.10. HABLAR EN LENGUAS

1.- LA ESENCIA DE LA ALABANZA

Alabanza:
      -          Elogiar, celebrar con palabras, decir de algo o alguien cosas que significas aprobación.
      -          Reconocimiento de los méritos o cualidades de una persona o de una cosa mediante expresiones o discursos favorables
      -          Manifestación verbal de los méritos de alguien
      -          Decir de alguien o algo sus virtudes o méritos
      -          Celebrar con palabras
      -          Reconocer los atributos de Dios
Ø  Amor: 1 Jn 4,8
Ø  Bueno: Sal 31,30  Sal 34,9  Sal 145,9  Sal 146,7  Sal 106,61
Ø  Justo: Sal 7,12  Sal 119,62   Sal 7,17
Ø  Misericordioso: Ex 34,6
Ø  Omnipotente. Ef 3,20  Ap 19,6
Ø  Padre: Mt 6,9
Ø  Santo: Sal 77,12-14   Is 6,3
Ø  Viviente: Jer 17,13
Ø  Omnisciente: Sal 147,4   Sal 113
Ø  Rey: Sal 9,1-10   Sal 10,16
Ø  Fiel: 1 Cor 1,9   1 Cor 10,13  2 Cor 1,18  2 Tes 3,3

Ø  Providencia: Sal 8,4   Sal 94,14
Ø  Sabio: Rom 11,33  Prov 3,19 Is 40,12
Ø  Pastor: Sal 23   Sal 25,4  Sal 28,9   Sal 95,7   Sal 10,3
Ø  Guía: Sal 25,8
Ø  Fuerza: Sal 18,30   Sal 28,7   Sal 59,10 y 18
Ø  Salvación: Sal 27,1-3
Ø  Refugio: Sal 21,1 y 9   Sal 18,3   Sal 31,7   Sal 71,3 y 7
Ø  Protector: Ex 13,21  Is 44,2
Ø  Maestro: Sal 86,11   Sal 27,11   Sal 90,12
Ø  Luz: Sal 18,29   Sal 21,1
Ø  Paz: Jer 33,6 y 9
Algunos sinónimos de la palabra “alabar” son: “elogiar, celebrar, expresar palabras de aprobación”.
Por otra parte, es interesante observar el doble enfoque de la alabanza.
Por ejemplo: Se alaba a Dios directamente al exaltarlo o al expresarle admiración, pero también se alaba a Dios indirectamente al hablar bien de Él, ante los demás.
      “ De modo especial, sigan amando y haciendo amar la plegaria de alabanza, forma de oración que reconoce más inmediatamente que Dios es Dios; le canta por él mismo y le da gloria por lo que Él es, más que por lo que hace”
Cf. Catecismo de la Iglesia Católica, n.2639 y S.S. Juan Pablo II
Carta al Movimiento de Renovación de Italia, marzo 2002


 2.- ¿POR QUÉ SE DEBE ALABAR AL SEÑOR?
 2.1. LO ORDENA SU PALABRA
-          Dios no pide que se le abale, los reyes no piden, sino ordenan. ¿Por qué Dios nos enseña y nos manda que se le alabe? No es que sea un egoísta que se complace en la adulación, ni necesite las alabanzas, sino que sabe que son sus hijos los que necesitan alabarlo. Lo ha ordenado para el bien de sus hijos. Sólo mediante la alabanza se puede entrar en la relación debida con él. Sin un corazón agradecido que alabe, nunca se crecerá en la gracia de Jesucristo.
-          Sal 81,2-6 ¡Gritad de gozo a Dios, nuestra fuerza, aclamad al Dios de Jacob! ¡Entonad la salmodia, tocad el tamboril, la melodiosa cítara y el arpa; tocad la trompeta al nuevo mes, a la luna llena, el día de nuestra fiesta! Porque es una ley para Israel, una norma del Dios de Jacob; un dictamen que él impuso en José, cuando salió contra el país de Egipto.

2.2 ÉL SE CORONA EN LA ALABANZA
-          Sal 22:3 Se complace tanto de la alabanza que se rodea y cubre de ella.
-          Se alaba a Dios porque a Él le agrada. Isaías 60:18
-          La clave es esta: En muchos pasajes que hablan de puertas, se encuentra un principio relacionado con la alabanza. Esta clave se ajusta a un versículo relacionado: Ama Yahvé las puertas de Sion más que todas las moradas de Jacob. Salmo 87:2. Al Señor le agradan las alabanzas (puertas) de Sion más…. No cabe duda de que Dios responde a sus hijos cuando lo alaban.

2.3 HAY PODER EN LA ALABANZA
Cuando el creyente deja de pelear su batalla y se pone a alabar a Dios que ha dicho que Él peleará por él, Dios queda en libertad para desatar su poder y bendiciones a nuestro favor.
Ex 14,14
“Yahveh peleará por vosotros, que vosotros no tendréis que preocuparos.”

2.4. ES BUENO ALABAR
-          Sal 92:1 Es agradable que los rectos lo alaben
-          Sal 135:3 Conviene que sus santos lo bendigan
2.5. ÉL ES DIGNO DE ALABAR
-          Sal 48,2: Grande es Yahveh, y muy digno de alabanza en la ciudad de nuestro Dios; su monte santo,

2.6. DIOS CREÓ AL HOMBRE PARA QUE LO ALABE
-          Jeremías 13:11 Dios llamó a la casa de Israel así para su alabanza, renombre y honra
-          1ª Pedro 2:9 Dios ha escogido a los creyentes con el propósito expreso de que declaren sus alabanzas.
-          Isaías 43:21


3. ¿CUÁNDO SE DEBE ALABAR?
3.1. AHORA MISMO
-          Salmo 34.1: “Bendecid a Yahvé en todo tiempo; su alabanza estará de continuo en mi boca”.
-          El salmista tenía la actitud que Dios espera de nosotros sus hijos e hijas: alabarle y bendecirle en todo tiempo. Sería bueno preguntarnos, ¿es la alabanza en todo tiempo una realidad en nuestras vidas?. Cuando las cosas salen bien y como nos gustan es muy fácil alabar a Dios; cuando vamos a un servicio de la iglesia, fluyen con facilidad las dulces canciones y alabanzas de lo profundo de nuestro ser. Sin embargo ¿qué pasa cuando nuestras cosas, en la vida cotidiana, comienzan a salir mal y atravesamos tiempos de pruebas, luchas y dolor? ¿Nuestra alabanza al Señor es continua o intermitente?

3.2 TEMPRANO Y POR LA NOCHE
Sal 57:8 ; Sal 119:62 1ª Crónicas. Los levitas sabían lo que significaba alabar al Señor El Señor ha llamado a sus hijos en calidad de sacerdotes Hb 13: 15, se hace posible por la plenitud del Espíritu Santo. Quiere decir en todo tiempo Sal 34:1

3.3. EN LA ADVERSIDAD
Habacuc 3: 17 – 18 La traducción moderna podría ser así: Aunque la economía sea inestable, Y el desempleo aumente, Aunque el comunismo crezca, Y el terrorismo abunde, Aunque el coche falle, Aunque mi hijo se rompa un brazo, Y se agote el seguro médico, Aún me gozaré en el Señor Estaré alegre en Dios mi Salvador. No es hipocresía, ese es el momento de levantar la voz en alabanza, ofrecer acciones de gracias en todas las situaciones que nos encontremos.


4. ¿DÓNDE SE DEBE ALABAR?

4.1. EN TODO LUGAR Sal 113:3
Desde el oriente hasta el occidente, a través de todo el horizonte se ha de alabar al Señor. Si pudiera viajar bastante lejos para ir más allá del este o del oeste, se estaría en una tierra donde no se necesitaría alabar al Señor.
4.2 EN LA IGLESIA
• Se complace en las alabanzas de la Iglesia.
-          Salmo 22:22,25;
-          Salmo 26:8,12;
-          Salmo 27:4;
-          Salmo 35:18;
-          Salmo 68:24-26;
-          Salmo 69:9;
-          Salmo 107:32;
-          Salmo 122:1
• Se complace en la Unidad y variedad
-          Levantase y sentarse, alzar las manos, aplaudir, hablar y cantar, en ocasiones puede ser propio pero el Espíritu de Dios inspira esa unidad, sin que uno tenga que exigirla.
-          El incienso usado en el tabernáculo de Moisés era de varias fragancias, como símbolo demuestra la variedad.
-          Algunos no distinguen entre la unidad del cuerpo y la uniformidad como norma establecida.
-          Cada persona es única, con formas diferentes de expresarse, no la uniformidad que se puede obtener sólo mediante el control y manipulación social.

4.3. DELANTE DE LOS HOMBRES Y DE LAS NACIONES
Sal 40:3; 96:3 No sólo es para los creyentes, sino también para declarar delante de los incrédulos y del mundo, para que conozcan su Grandeza y Proezas, Cuando a los pecadores se les confronta con las alabanzas de Dios: verán y temerán y pondrán su confianza en el Señor.


 5.- ¿CÓMO SE DEBE ALABAR AL SEÑOR?
De la manera que Él quiere, como se ha expuesto en las escrituras. Con el examen de la Biblia, se determina la manera:

·         LEVANTANDO LAS MANOS (Nehemías 8:6; sal 28:2; 63:4; 134:2; 141:2; 1 Tim 2:8) Al levantar las manos se le dice al Señor que se quiere abrir el corazón y la vida al E.S. Se recibe simbólicamente todo lo que Dios hace en la vida del creyente. Aceptar y recibir. Demuestra cuanto anhelamos al Señor.

·         CON  PALMAS (SAL 47:1) El palmoteo en la alabanza es propio.es importante que el palmoteo se una al corazón que asciende hacia el Señor porque si, no, carece de significado. Al estudiar las formas hebreas no parece que sea para llevar el ritmo, más bien tenía el propósito de aclamar con júbilo. Hacían mucho ruido en sus expresiones. Cuando el corazón rebosa de alegría es humana la reacción. Pero hay que tener cuidado de que sólo sea ruido y se olvide que es una reacción del corazón hacia Dios.

·         INSTRUMENTOS:  Hay que tener especial cuidado de no depender de ellos, a tal punto que cuando cese la música, la alabanza y adoración terminen. Se usa para facilitar la alabanza. Al crear al hombre le dio sensibilidad musical, para reaccionar a la música y la respuesta debida a la música debe tomar la forma de alabanza. Los instrumentos en sí con una alabanza a Dios salmo 150:3-5.
·         POSICIÓN DE PIE:  Los sacerdotes estaban de pie delante del Señor en la realización de su servicio. Hay versículos que demuestran que estar de pie en una postura propia para la alabanza y la adoración. ( 2ª Cro. 5:12; 7:6; 29:26; sal 135:2; Apocalipsis 4:9-11) Empeña dos funciones:

-          Respeto: En la escena de la adoración celestial de Apocalipsis, el Rey está sentado en el trono y todos los demás están de pie alrededor. Él se sienta y los creyentes se ponen de pie.

-          Indica que se pone atención: Cuando se está sentado la capacidad de concentración disminuye. La mente es el campo de batalla de Satanás, que se deleita en distraer al creyente en la adoración al ponerlo a pensar en otras cosas. ( efesios 4:27, estar de pie ayuda a mantener la mente alerta.

·         DE RODILLAS, INCLINADO Y POSTRADO Salmo 95:6; apocalipsis 19:4 La forma más dominante de adoración que se ve en el cielo en apocalipsis es la postración. Es apropiado representarlo que se le dice al Señor.

·         EL CANTO ¿Por qué no expresar la alabanza hablando solamente, por qué cantarla? La respuesta está en la belleza de la música. El corazón se eleva a Dios y el espíritu se conmueve en su presencia. Dios ha dado un regalo muy especial, pues sabe cuánto ayuda a levantar el corazón del creyente hacia Él.

·         DE FORMA AUDIBLE Sal 26:7 La alabanza no es tal hasta que se expresa en voz alta. Se tiene que hacer notar.
·         LA DANZA La alabanza debe ser manifiesta. Puede ser hablada o expresar por movimientos del cuerpo. Éxodo 15:20-21; 2 Sam. 6:14-16; salmos 30:11; 149:3; hechos 3:8. El hombre es una criatura muy física y el Señor se complace cuando los creyentes lo alaban con todo su ser: espíritu, alma y cuerpo.

-          Algunas comunidades temen permitir la danza en sus iglesias porque creen que se perderá el control. Es más fácil contener a un fanático que a un cadáver. Hay que tener cuidado de no tocar nada que sea de Dios, porque algo morirá en el espíritu del que trate de detener lo que Dios hace. La danza no tiene valor en sí, pero la acción espiritual que puede producir es valiosa. Si se retiene la alabanza en el corazón, limita el movimiento de Dios en medio de él, pero si quita los impedimentos físicos, descubrirá que las barreas espirituales también desaparecen y Dios tendrá mayor libertad de acción con él.

·         LA ACLAMACIÓN Aclamar a Dios con voz de júbilo. Sal 47:1; 66:1; 81:1; 95;1-2; 98:4-6; 100:1. Los israelitas eran famosos en Canaán por su gripo de combate. Cuando alzaban la voz para gritar, el enemigo comenzaba a temblar de miedo. Ellos sabían bien lo que el grito representaba y cómo, comenzando en Jericó, ese grito de batalla inició la victoria de Israel. Era un grito de alabanza.


·         HABLAR EN LENGUAS Es una manera hermosa de alabar al Señor. El creyente halla una liberación muy grande cuando puede expresar sus alabanzas al Señor, directamente de su espíritu a él. No importa cuándo, dónde ni cómo se alabe al Señor, hay que alabarlo con todo nuestro ser. Salmo 103:1

BENDITO EL PUEBLO QUE SABE ALABAR



Sal 89,16-19: Dichoso el pueblo que la aclamación conoce, a la luz de tu rostro caminan, oh Yahveh; en tu nombre se alegran todo el día, en tu justicia se entusiasman. Pues tú eres el esplendor de su potencia, por tu favor exaltas nuestra frente; sí, de Yahveh nuestro escudo; del Santo de Israel es nuestro rey.

"Hijos de Dios, aclamad al Señor, aclamad la Gloria y el poder del Señor, aclamad la Gloria del Nombre del Señor" (Sal 28)

"Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas. Tocad para Dios, tocad; tocad para nuestro Rey; tocad porque Dios es el Rey del mundo. Tocad con maestría". (Sal 46)

Israel era el pueblo de Dios. De forma natural, los israelitas cantaban para el Señor y el primer objetivo de su música era aclamarlo y glorificarlo. De las más de quinientas citas en las que se menciona la música en el Antiguo Testamento, nueve de cada diez se refieren a cantar o tocar para Dios dándole Gloria.

Y el Señor se atreve a decir: " ¡Dichoso el pueblo que la aclamación conoce!".

·         ¿Formas tú parte de ése pueblo dichoso?
·         ¿Conoces la aclamación?
·         ¿Por qué "cantamos" en lugar de "decirle" a Dios nuestros sentimientos de regocijo y agradecimiento?

Cuando hablo, esencialmente es mi inteligencia la que funciona. Con mi razón puedo identificarme con las palabras de un salmo, e incluso repetirlas, porque reflejan mi forma de pensar. Pero cuando las canto, una parte más profunda de mi personalidad entra en juego: mis sentimientos, mi cuerpo, todo mi ser... se involucra en la aclamación a Dios. La música subraya cada una de las palabras, las amplifica, las graba en nuestros corazones y mueve nuestras zonas más profundas, impulsándolas hacia Dios. La música moviliza tanto nuestro subconsciente como nuestro cuerpo.

Si un cristiano nunca tiene deseos de cantar, ni siquiera "en su corazón "¿no es esto una señal de que algo no va bien en su vida? Pablo señala el canto como una primera manifestación de la plenitud del Espíritu y, al mismo tiempo, como un medio para aumentar esa llenumbre de Dios (Ef 5, 1 9). Decía Jesús: "De la abundancia del corazón habla la boca" (Mt. 12,34). Si no tenemos nunca un canto en nuestra boca, es que hay un vacío en el corazón. De lo contrario, ¿cómo no aclamar a nuestro Dios, cómo no gritarle alguna vez la alegría que sentimos al pertenecerle?. Si hay cantos en abundancia, cantar a Dios tiene una facultad maravillosa de llenar aún más nuestro corazón. En palabras de S. Agustín: "cuando seguimos a Dios, no hay lugar para las palabras; sólo para los Aleluyas"

"¡Aclamad, justos al Señor!" (Sal 32) - en otras traducciones "¡Gritad de júbilo, justos, al Señor!"

La victoria de Jesucristo, único Dios vivo y verdadero, debe ser aclamada más que todas las victorias de los hombres. Así nos lo dice la Palabra:"Pueblos todos: ¡batid palmas, aclamad a Dios con gritos de júbilo! "Sal 47 y "¡Tocad la mejor música de aclamación!" (Sal 33,2).En medio de nosotros, el Señor también juega un partido definitivo. Sabemos quién es su enemigo. Y conocemos de quién es la victoria. El triunfador, el goleador victorioso, ¡ es el Cordero degollado !.

Nuestras asambleas, todas nuestras reuniones - seamos cinco, cincuenta o cinco mil harán bien en asemejarse más a un estadio de fútbol donde se juega la final. En realidad, es bien sencillo; sólo hemos de alterar el orden de las letras en la palabra y, en lugar de i G - O - L ! , Gritar i G – L – O – R – I - A! con entusiasmo desbordante, con todo el ser, a pleno pulmón-corazón-estómago-brazos y piernas ... ¡hasta que se caigan los techos! Y con los techos, nuestras barreras: indiferencia, orgullo, complejos, apariencias e intelectualismos.

Que nadie crea que esto son modernidades carismáticas. La aclamación al Señor era una realidad constante en las celebraciones del pueblo de Israel. Con toda normalidad, el Señor era aclamado cómo "Héroe Victorioso". El Salmo 28,2 después de exhortar a los hijos de Dios a aclamar su gloria y su poder, nos describe la respuesta del pueblo: "En su templo un grito unánime: ¡GLORIA!". Dice "TEMPLO", no estadio o cancha de baloncesto.

Hemos de reforzar estructuras y techumbres de nuestras Iglesias y oratorios... a fin de que resistan las vibraciones y estruendos que han de venir. Ente nosotros, los católicos, la aclamación ha quedado "normalizada" o reducida a fórmulas como el "amén" o el " aleluya". Aunque en realidad son gritos de júbilo, la manera de entonarlas en muchas asambleas las convierte en un eco apagado. En relación a esto afirma Max Thurian, teólogo católico de Taizé: "Estas aclamaciones sencillas deben ser el estallido de la espontaneidad del Espíritu que habla en la Iglesia".

La aclamación entra plenamente dentro de la tradición cristiana. San Agustín, San Jerónimo, San Juan Crisóstomo, San Gregorio Magno.... etc., nos hablan de ella. Viajemos con Agustín hasta Hipona, siglo V, y veamos. El hijo de Santa Mónica nos cuenta - en latín- cómo dos hermanos enfermos, un hombre y una mujer, habían acudido a Hipona a pedir oración por su salud. El hombre obtuvo la sanación y dio el correspondiente testimonio. San Agustín comenzó entonces a hablar, explicando a la asamblea como Dios puede sanar si todos unidos intercedemos por alguien, cuando un tumulto interrumpió sus palabras. Gritos gozosos resonaban por el templo: ¡Gracias a Dios, alabanzas a Cristo! Y es que, mientras el obispo predicaba, la mujer también había sido sanada. Y el texto termina: "ALIQUANDIU CLAMOREM PROTRAXIT ", o sea que por un tiempo el clamor siguió oyéndose. Hay una cierta semejanza con la final del Zaragoza. Pero es mucho mayor su parecido con lo que, actualmente, sucede en los grupos carismáticos.

La Iglesia, nuevo Israel, debe aclamar a Yahvé con gritos de júbilo e invitar a todos los pueblos a dar palmas en su honor. Igual que el antiguo pueblo de Dios, debe invocar el Nombre del Señor, lanzando el grito de guerra con que el pueblo escogido te imploraba su protección en las batallas. Hemos de aclamar a Aquel que "marcha delante de nuestras tropas”. Aquel que nos ha sacado de la esclavitud del opresor. Aquel que ha trabado en el mar carros y caballos, y que ha sido levantado por el Padre de entre los muertos y hecho Señor del Universo.

En palabras de Diego Jaramillo: "Cuando el cristiano contempla la Resurrección de Jesucristo, se siente llevado por el Espíritu a reconocer su Señorío y a expresar su admiración en palabras, en cantos, en risas, en sílabas entrecortadas, en aplausos, en gritos, en silencios, en lágrimas... según Dios da a cada uno. Lo básico no es lo que se dice, sino el amor y la adoración que brotan del corazón"

Las únicas palabras que pronuncia el Pastor, el amigo de la sulamita, que podría representar a Dios en el Cantar de los Cantares, son: "Mis compañeros escuchan, hazme oír tu voz!" (Cant 8, 13) Dios mismo invita a la Iglesia a aclamarlo. Los compañeros que escuchan son los ángeles que rodean a Jesucristo, sentado a la derecha del Padre, que participan de nuestra aclamación y son especialmente sensibles a ella. Si hemos de aclamar al Señor - con sus ángeles y sus santos - por toda una eternidad, ¿por qué no empezar a practicar ya ahora?


Entonces porque el pueblo aclamaba a Dios


“David estableció a los levitas que habían de hacer el servicio delante del arca de Yahvé, celebrando, glorificando y alabando a Yahvé, el Dios de Israel.”


¿Quiénes eran los levitas?

Ø  Haciendo una pequeña remembranza acerca de quiénes eran los levitas,

Ø  Estos eran una tribu que fueron designados para estar al servicio en el templo,

Ø  Cuidaban los utensilios sagrados, los tesoros de la Casa de Dios,

Ø  Ellos se encargaban aparte de servir en el momento del culto, estaban encargados en dar mantenimiento a todo lo referente de la Casa de Dios,

Ø  Entre ellos había sacerdotes, cantores y cantoras por supuesto y porteros, (Núm. 1,50 y sig.) ,

Ø  Solo tenemos un motivo de servir y nuestra recompensa es la mejor y la mayor, nuestra recompensa es la presencia perpetua de Dios en nuestras vidas.

Aquí encontramos un pasaje bíblico en el que podemos ver claramente cuál es la función de un ministerio de música al momento de estar sirviendo.


El mismo Señor ha destinado para los Músicos de Dios solo una recompensa y esa recompensa es el mismo Señor, él mismo dijo “los levitas son para mí” Ellos no tenían tierras como las demás tribus, no tenían tierras como herencia como los demás, su única herencia era el Señor (Num 3,12). Es así pues que tú y yo como músicos de Dios, solo tenemos un motivo de servir y nuestra recompensa es la mejor y la mayor, nuestra recompensa es la presencia perpetua de Dios en nuestras vidas. Te das cuenta que tenemos el tesoro más grande que pueda o que pudiera existir, el mismo Señor es nuestra heredad, en agradecimiento a su presencia debemos servirle siempre con el mayor gozo, ya que hemos sido destinados a servirle por siempre, no solo por unos cuantos años, El nos llamo a servirle por siempre (1 Cro 15,2).


En Crónicas 16 vemos como debe de ser nuestro servicio como músicos de Dios al momento de estar al frente del pueblo, vemos tres características principales las cuales nos darán luz para nuestro servicio en la alabanza.  1 Cro 16,4 “David estableció los levitas que habían de hacer el servicio delante del arca de Yahvé, celebrando, glorificando y alabando a Yahvé, el Dios de Israel.”


Dice que David estableció a los levitas para el servicio delante del arca de Yahvé, es decir, delante de Dios:
·         Celebrando
·         Glorificando
·         Alabando


 Estas tres características deben reflejar nuestro servicio; es el momento de levantarnos como músicos de Dios y pedir estos tres carismas o dones a Dios, el carisma de celebrarle, el carisma de glorificarle y el carisma de alabarle para así servirle como El mismo ha establecido nuestro servicio a través del Rey David.


Somos llamados a Celebrarle.


1.      Celebrar significa: Hacer fiesta, conmemorar, festejar un acontecimiento, alabar, aplaudir, reverenciar, venerar.

Nuestro servicio necesita estar lleno de celebración contante a Dios, es necesario que volvamos al amor y deseo de servirle a Dios como en el principio, en donde todo era Dios, todo estaba en segundo plano y Dios ocupaba el primer lugar.

Celebrar a Dios es hacer fiesta, es celebrarle con cantos y música que reflejen el gozo que hay en nuestro corazón, festejar el mejor acontecimiento que es el hecho de que Jesús nos salvó y nos regala su presencia a tal grado que el pueblo se contagie de ese gozo y unidos le celebremos en un ambiente de fiesta, de tal manera que esa celebración sea un gozo poderoso y se convierta en una fuerza espiritual ya que el gozo del Señor es nuestra fuerza (Ne 8:10), bien dice la palabra que es “bendito el pueblo que sabe celebrar a Dios” (Sal 89,15).

Que nuestros momentos de oración este lleno de celebración para así darle la gloria a Dios.


2.      Glorificar significa: Reconocer y ensalzar a quien es glorioso tributándole alabanzas.

Cuando tú y yo glorificamos el nombre de Dios, estamos reconociendo y ensalzando a aquel que es glorioso y digno de recibir la gloria. Es hacerlo el centro de nuestra vida, es reconocerlo y declararlo el centro de nuestra vida, es tributarle alabanzas. Recordemos que el enemigo no soporta que el pueblo glorifique a Dios, cuando lo hacemos definitivamente el reino de las tinieblas se estremece y es cuando los demonios huyen.
Glorifiquemos a Dios poderosamente tributándole alabanzas.

3.      Alabar significa: Elogiar, celebrar con palabras.
En pocas palabras las dos anteriores son un sinónimo de esta última, alabar a Dios es reconocer a Dios por lo que él es, aún mas allá de lo que él ha hecho, dice el Papa Juan Pablo segundo: “de modo especial seguir amando y haciendo amar la plegaria de la alabanza, forma de oración que responde inmediatamente que Dios es Dios, le canta por El mismo, le da la gloria por lo que El es, más que por lo que El hace” (Catecismo de la Iglesia Católica No. 2639)

Imaginémonos que tan poderosa era la forma de celebrar a Dios, la forma en que lo glorificaban y la manera de alabarlo que arrebataban la presencia de Dios y El mismo con todo su esplendor y gloria descendía ante el pueblo. Que tan poderosa era esa alabanza que hasta los oídos de Dios llegaban y Dios mismo se deleitaba con la alabanza de su pueblo y les regalaba su presencia. Todo esto lo hacían repitiendo constantemente una frase muy poderosa: «Porque es bueno, porque es eterno su amor» así lo narra el segundo libro de Crónicas:

“y todos los levitas cantores, Asaf, Hemán y Jeduthún, con sus hijos y hermanos, vestidos de lino fino, estaban de pie al oriente del altar, tocando címbalos, salterios y cítaras, y con ellos 120 sacerdotes que tocaban las trompetas; se hacían oír al mismo tiempo y al unísono los que tocaban las trompetas y los cantores, alabando y celebrando a Yahvé; alzando la voz con las trompetas y con los címbalos y otros instrumentos de música, alababan a Yahvé diciendo: «Porque es bueno, porque es eterno su amor»; la Casa se llenó de una nube, la misma Casa de Yahvé”. 2 Cro 5,12-13

Pidamos a Dios el don de alabarle de esta forma, no solo en el servicio sino en toda nuestra vida, que toda nuestra vida sea capaz de arrebatar su presencia y así nuestro servicio sea pleno y lleno de la presencia de Dios.

Hoy en día la renovación necesita de ministerios de música con este estilo de vida y esta forma de servir a Dios. La iglesia necesita hoy en día músicos de Dios revestidos de la gracia de Dios, ministerios de música bien preparados en todos los ámbitos, espiritual, musical, social, ministerios que vivan una vida en el espíritu bien pura y santa, que reflejemos a Cristo en toda nuestra vida, la renovación necesita de ministerios entregados, que amen a sus comunidades, a la Iglesia, necesitamos ministerios de música valientes en salir a anunciar la buena nueva de Dios, a ser misioneros no solo en nuestra parroquia sino afuera en donde la batalla se esta peleando fuertemente.

Roguemos a Dios para que los ministerios de música de la renovación seamos punta de lanza en la evangelización en México y seamos también instrumentos poderosos para que en cada momento de oración seamos capaces de suscitar la presencia de Dios.

LOS FRUTOS DE LA ALABANZA


Simeón lo tomó en brazos a Jesús y bendijo a Dios con éstas palabras:- “Señor, ahora ya puedes dejar que tu servidor muera en paz como le has dicho porque mis ojos han visto a tu Salvador que tu preparaste para presentarlo a todas las naciones, luz para iluminar a todos los pueblos y gloria de tu pueblo Israel”.
Lucas 2, 29 - 32

Hoy quiero, dentro de ésta catequesis de toda la semana, ahondar en el tema del camino de la alabanza, esa posibilidad de piropear a Dios pero también de dejarnos piropear por El, la alabanza que es poner la mirada de Dios en nosotros, la alabanza que es esa actitud de gratuidad, de apertura, que hace que Dios sea el centro de nuestra vida, lo absoluto de nuestra vida, ante quien todo no es más que relativo.

La alabanza que es esa mirada en positivo de la vida de cada uno, de mi propia vida, del proyecto del mundo, la alabanza que no es escapismo ni evasión, que no es vivir en una nube, en una burbuja, sino al contrario, es la objetividad del amor, es descubrir desde la mirada del Padre Dios creador, desde la mirada de Jesús, lo que somos y lo que podemos llegar a ser. Y hoy podemos hablar de los frutos de la alabanza en nuestra vida personal, familiar, comunitaria, nuestros grupos o ministerios.
Cuando falta la alabanza, cuando falta la oración, el apostolado es puro activismo y nuestra vida comunitaria es una experiencia sólo sociológica pero no de fraternidad. Cuando falta la oración, hasta lo que llamamos oración a veces no es más que una especie de desahogo psicológico. Cuando falta la presencia del Espíritu nuestras actividades apostólicas no son más que activismo y la misma Iglesia es una estructura burocrática, fosilizada, pesada, porque falta la presencia del Espíritu.
Cuando falta la presencia del Espíritu Santo nuestra palabra suena hueca y es campana que retiñe. Los frutos de la alabanza,...es cierto que la gloria de Dios consiste en el hombre vivo, en el ser humano vivo, pero también podríamos decir que el glorificar a Dios es fuente de vida para el ser humano, de vida inagotable, de manantial de vida. Aunque haya que glorificar a Dios por El mismo y no tanto por las ventajas que nos pueda traer ésta alabanza, que importante que es esto, alabar a Dios porque es Dios y no por lo que nos puede dar, aún así, ¿qué duda cabe que alabar a Dios es una fuente de bendiciones para el ser humano?

Es dando como se recibe. “Bendito sea Dios que nos ha bendecido” dice San Pablo en la carta a los Efesios en el capítulo I, “Al bendecir a Dios El nos bendice a nosotros”, porque la alabanza tiene como primer fruto el desplazar al ser humano del centro de la escena, dejar de ser el centro, dejar de mirarse el ombligo para poner a Dios en el centro como absoluto. Esto es importante, esto ya es una gran revolución. Cuando Copérnico y Galileo descubrieron que la tierra no era el centro en torno al cual todo giraba se dio una inmensa revolución científica.

Un tipo semejante de revolución se da en el momento en el que el ser humano se reconoce que el no es el sol, el centro del sistema, sino sólo un planeta que gira en torno al sol, que recibe su luz del sol, que no tiene luz propia sino que se limita a recibirla y reflejarla. En la alabanza volvemos nuestro corazón a Dios para dejarnos iluminar por su luz. Dice el Salmo 34, 6 : “Contémplenlo y quedarán radiantes”. Y ésta iluminación al volver nuestros ojos a Dios, se hace visible durante la alabanza comunitaria.
El rostro se enciende, como el de Moisés, como nos dice muy bien Éxodo 34, 29 : “Bajó Moisés del monte Sinaí y no sabía que la piel de su rostro se había vuelto radiante por haber hablado con Dios. Este brillo especial ahora en la Nueva Alianza, en el Nuevo Testamento, lo recibimos de Cristo Jesús. Hace un rato rezábamos los Laudes, que es la oración de alabanza de la mañana, de la Iglesia toda que intercede por todos los bautizados, los hombres de buena voluntad y por todos los hombres y mujeres del mundo.

Justamente Laudes significa eso, “alabanza” y es una oración también de los laicos y no solamente de los sacerdotes y religiosas. Dice San Pablo en 2 Corintios 4 : “Pues el mismo Dios que dijo –De las tinieblas brille la luz, ha hecho brillar la luz en nuestros corazones para irradiar el conocimiento de la gloria de Dios que está en la faz de Cristo Jesús. Entonces, irradiar el conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Cristo es toda una vocación de alabanza para que nuestra vida se convierta en testimonio y con el rostro descubierto reflejemos como un espejo, la gloria del Señor. También a esto lo dice San Pablo en 2 Corintios 3 .

Un segundo fruto de la alabanza es la sanación.
Sanación integral de la persona. La palabra sanación, que viene de “salus”, salvación integral. No se refiere solamente a la sanación física parcial sino a una salvación integral. El mal, el espíritu del mal que ha penetrado en nosotros nos bloquea interiormente.
Hay una capacidad de amar y de dejarse amar. Hay una incapacidad para dejarse tocar por la gracia que nos oprime el corazón. La angustia, la ansiedad, el temor, son fruto de esto, hay un bloqueo, hay falsas seguridades que nos están amarrando. Hay tendencias equivocadas, viciosas, que nos están quitando la libertad de los hijos de Dios. Todo esto hace que uno se cargue de una mirada negativa cuando no agresiva.

Una mirada sobre sí mismo, sobre los demás, sobre las cosas, sobre la Iglesia, sobre Dios, la necedad y entonces comienza a seleccionar únicamente los aspectos negativos de todo y lo va acumulando. El origen de todo éste proceso destructivo está en una herida interior profunda que muchas veces es inconsciente, en un desengaño, en un fracaso que no hemos sabido aceptar e integrar en nuestra vida, todo eso que no ha sido asumido, aceptado, amado, que no ha sido redimido, iluminado por la gracia de Jesús, va provocando con los años un bloqueo muy fuerte y la alabanza justamente hace que eso se rompa, como si un dique se abriera y ese valle que estaba seco se convierta en un vergel, porque a través de los canales llega el agua a cada rincón de ese valle, entonces uno siente hasta que los músculos se relajan porque hemos vivido meses o hasta años, tensos.

Ese estar tenso, siempre en guardia, va provocando problemas graves en todo nuestro cuerpo, en el aparato digestivo, los músculos, las articulaciones, los tendones, los huesos, la columna, entonces si uno se relaja en la confianza, en el abandono, en el dejarse estar, porque finalmente esa herida interior ha sido iluminada por la gracia, ha sido tocada por el Señor que nos dio justamente la gracia de aceptarla, de asumirla, de mostrársela a El y que El la vaya sanando. Se produce entonces una gran sanación interior.

Ya citamos anteriormente aquél pasaje de Números en el que se relaciona la alabanza con la liberación.
Números 10, 9. Fíjense lo que dice Isaías 57 con respecto a esto: “Yo le curaré y le daré ánimos a él y a los que con él lloraban poniendo en sus labios la alabanza. Entonces, en la oración de intercesión que hacemos por algún miembro de la comunidad, por algún miembro de la familia, por algún grupo, siempre hay que comenzar alabando a Dios. Nunca se le debe pedir nada a Dios sin antes darle gracias por lo que ya ha hecho en nuestras vidas y muchas veces, sólo con la alabanza, desciende ya sobre nosotros la curación, la sanación, aún antes de hacer una petición concreta.
En ésta catequesis en la que estamos descubriendo los frutos de la alabanza y que ya hemos dicho que lo primero es desplazar al ser humano como centro y eje, como ombligo del mundo y ponerlo a Dios como centro de nuestra vida, de nuestro ser y quehacer y de nuestras opciones de vida. Y el segundo fruto de la alabanza habíamos dicho que es la sanación, la salus, la sanación integral.

El tercer fruto es la liberación de toda mala tendencia, prejuicio, complejo.

El cuarto fruto es ciertamente como dice aquella preciosa plegaria eucarística: “Danos entraña de misericordia ante toda miseria humana, inspíranos el gesto y la palabra oportuna frente al hermano sólo y desamparado”, justamente, la alabanza atrae sobre nosotros la misericordia de Dios.
¿Qué es misericordia? es poner el corazón en Dios en la miseria humana, en la limitación, en el pecado. Sobre todo en éste tiempo que es tiempo de misericordia, como bien nos decía Santa Faustina Kowalska, es tiempo de misericordia, es un tiempo especial de misericordia y nosotros a través de la alabanza nos hacemos instrumento de esa misericordia, que ya sabemos que no es la manga ancha o la vista gorda, sino que la misericordia es el corazón de Dios amando, el corazón de Dios perdonando, el corazón de Dios conteniendo.
El Salmo 40 dice: -“He publicado tu justicia en la gran asamblea. No he contenido mis labios, Tu los sabes Yavhé, no he ocultado tu amor y tu verdad a la gran Asamblea y Tu Yavhé no contengas tu ternura para mí, que tu amor y tu verdad incesantes me guarden!!”   En ésta cita se mencionan dos veces el verbo “contener” en el sentido de retener, de reprimir.

Yo no contengo mis labios y el Señor no retiene sus ternuras para conmigo, entonces no te contengas, no te reprimas, alaba al Señor, bendecilo, proclamá la grandeza de su amor en tu vida, proclamá su poder, las maravillas que el hace a través tuyo. No reprimas tus labios a la hora de alabar, de bendecir, de dar gracias. Hay una relación mutua entre ambas acciones. El Señor no contiene sus ternuras en la medida en que nosotros no contenemos nuestros labios.
El dique de contención que nos aísla de experimentar la ternura de Dios es nuestra falta de alabanza, nuestro respeto humano, el qué dirán, la vergüenza, la timidez, para aclamar ante la asamblea, nuestra familia, nuestra comunidad, nuestros bloqueos, nuestra incomunicación, nuestra falta de facilidad para hablar con Dios, para escuchar a Dios. Orar es más escuchar que orar.
Se aprende más escuchando a Dios que hablando. Dios nos dio dos oídos y una sola boca para hablar la mitad de lo que oímos. Una mujer prostituta, delante de todos se acercó a Jesús, derramó sus lágrimas, rompió su frasco de perfume y toda la cosa quedó llena del aroma, no tanto del perfume sino del aroma del amor, de su gesto heroico y de su agradecimiento. Lucas 7,36-50, y experimentó en sí misma toda la misericordia y ternura de Jesús.
Al recordar a ésta mujer del Evangelio y ver como en las comunidades a veces también en las familias, por genética, por hábitos, por cultura, por ésta tendencia de la sociedad posmodernista al individualismo, a lo light, a la indiferencia, a la frialdad, en fin, a veces hay increíbles bloqueos para hablar.

En muchas familias la televisión ha sido irónicamente hablando “la gran salvadora” porque en el almuerzo y en la cena nadie tiene que hablar de sus cosas, de sus miedos, de sus proyectos, de sus esperanzas, comen “tragando” y nadie comunica nada, entonces uno se pregunta si eso es una familia, una comunidad, un hotel, una pensión..... Esos bloqueos, también en las comunidades religiosas, presbiterales, parroquiales hay increíbles bloqueos para expresar el amor a Jesús, para orar espontáneamente, para darse testimonio mutuo de la acción de Jesús en la vida.
A veces me pongo a pensar, el Santo Rosario es una oración preciosa, tiene que ser una oración vocal, meditativa, contemplativa, una oración hecha en espíritu y además una oración fuertemente comunitaria para hacer con los amigos en la comunidad pero a veces me da la impresión de que para muchos el Santo Rosario es una buena excusa para poner el casete y entonces no tener que estar expresando con una oración más espontánea, bíblica, lo que hay en el corazón.
Es importante que también antes de cada misterio uno pueda expresar sobre la escena evangélica que se va a meditar en el rosario uno pueda expresar también una oración referida a algún personaje de esa escena, o una oración de acción de gracias, una jaculatoria, una petición, es decir que el rosario se haga verdaderamente una oración comunitaria. Esta mujer, que decíamos, un día rompió su frasco de perfume ante la mirada de todos, y rompió a llorar además.

Nosotros queremos mantener intacto nuestro frasco, nuestro vaso, y nos reservamos para nosotros nuestro perfume, nuestro aroma, es decir, la identidad de cada uno, la riqueza de cada uno, lo que es original, único e irrepetible en cada uno, los carismas, las cualidades, los dones. Quizá es porque en el fondo, como Simón, no amamos mucho. Nuestros bloqueos expresivos puede que no sean en el fondo más que falta de amor. La alabanza es sólo para los valientes, los audaces, los que han vencido sus inhibiciones en el buen sentido de la palabra y son capaces, como aquella mujer, de levantarse ante toda la asamblea, no para hacer ridiculeces sino para hacer gestos que vienen inspirados por el Señor, gestos que vienen de adentro, gestos que llevan a frutos de conversión, de cambios de criterios, de cambios de actitudes, no de arranques sentimentalistas, estoy hablando de algo más profundo, de cantar el amor de Jesús y al cantar ese amor también manifestar eso en la vida con los frutos de conversión, de apostolado, en la familia, en la comunidad, es decir, algo está cambiando en ésta persona porque aunque sigue siendo defectuosa, y eso gracias a Dios porque somos perfectibles, se ve en el cambios y cambios claros, sustanciales y damos gloria a Dios por eso.
Ella, ésta mujer de Lucas 7 tuvo que abrirse paso entre sonrisas burlonas, cuchicheos, comentarios de gente que la señalaba con el dedo y a eso lo encontramos en todas partes porque hay gente que se las pasa mirando, como espectadores, y desde el Evangelio y por el bautismo tenemos que ser protagonistas. Y bueno, el que expone se expone decía un viejo refrán o sea que si es para gloria de Dios algún palo habrá que recibir, alguna incomprensión, y si uno realmente aprendió a ser canal y no cisterna lo va a recibir hasta con cierto humor porque el buen humor, estando en estado de Gracia, es justamente el buen humor un camino de sencillez, de simplicidad y de sanación. Por eso insito siempre en el buen humor que no significa tomarse las cosas a la chacota sino desdramatizando las situaciones que estamos viviendo porque finalmente todo pasa, sólo Dios queda, Dios es el absoluto y todo lo demás y todos los demás son relativos.

Otro fruto de la alabanza es la audacia.
Uno de los dones más importantes para la construcción de la comunidad, de la Iglesia, es la audacia, el valor para proclamar el Nombre de Jesús y la Gloria de Dios. Por eso que la primera efusión de la manifestación del Espíritu Santo después de un retiro espiritual, de una convivencia, o cuando estamos orando a solas es siempre la alabanza. Mucha gente cree que recibe una efusión del Espíritu Santo si está en una misa de alabanza o en un retiro, pero no, quizá está orando delante del Santísimos, solo en su parroquia y recibe una efusión del Espíritu porque el Espíritu ciertamente viene a asistirnos constantemente. El Espíritu Santo es el viento impetuoso capaz de barrer las trabas y barreras que nos impiden abrirnos a la alabanza.

Otro fruto muy importante de la alabanza es el de ser fuente de discernimiento.

Hay muchas veces en la vida en las que no sabemos que debemos hacer y que nos preguntamos cuál será la voluntad de Dios para alguna decisión concreta, o cuál será la voluntad de Dios sobre éste acontecimiento que veo oscuro, que no veo el faro que me lleve a buen puerto. En esos momentos debemos volvernos a Dios y alabarle con todas nuestras fuerzas, con sinceridad, con rectitud de intención, y en éste proceso se nos manifestará su voluntad. Dice el Salmo 89, 16: “Dichoso el pueblo que sabe alabarte, caminará Señor, a la luz de tu rostro”. Y efectivamente, cuántas veces hemos experimentado que el pueblo de alabanza es guiado por Dios en el camino.
Otro fruto de la alabanza, sobre todo comunitaria, se hace presente en la Palabra de Dios por medio de alguna profecía.
Ese es un tema un poquito delicado porque profeta no es el que anuncia el futuro como una especie de vidente, sino que profeta es aquél que va a hablar con su párroco, con su grupo, su ministerio, su movimiento, o incluso en la familia, porque después de orar mucho ha recibido como una moción interior, una luz interior, una fuerte intuición, que se mantiene perseverante durante varios días y lo dice: -“Yo creo que en éste tema el Señor nos está pidiendo esto y esto otro”. Por supuesto que uno tiene que estar siempre más atento a lo que dice el Señor y su Palabra revelada que a lo que dice una persona de la comunidad porque a veces estamos más pendiente de lo que dice la gente que de lo que dice Jesús mismo. Pero como en todo hace falta mucho equilibrio.
No se trata de que se digan cosas nuevas, cosas novedosas como a veces pasa porque andamos buscando berretines y no a Jesús, y de esto hay mucho. En realidad ya en la liturgia del templo era frecuente que las profecías se diesen durante la liturgia de alabanza. Hoy mismo en el Evangelio de hoy, Simón y Ana eran dos ancianos que estaban dedicando su vida a Dios en la oración, en el ayuno, en el servicio en el templo y ahí el Señor prorrumpió en una profecía realmente, entonces en los Salmos de alabanza también normalmente es el ser humano quien se dirige a Dios pero a veces se interrumpe éste discurso y aparecen entre comillas unas palabras puestas en boca de Dios.
Lo que ha sucedido es que en el curso de la alabanza Dios ha comunicado fuertemente su palabra. Así por ejemplo en el salmo 81, mientras los fieles gritan de gozo a Dios nuestra fuerza, de repente se oye una lengua desconocida, una intervención profética de Dios, que dice: -“ Yo liberé sus hombros de la carga, sus manos abandonaron los canastos, en la aflicción gritaste y te salvé.” V7.
Incluso el Salmo 49 es todo una meditación sobre el aparente éxito de los malvados y el sufrimiento de los justos. Es quizá uno de los problemas más difíciles de comprender para todos. Dice el Salmo 73, 16: “Me puse a pensar para entenderlo, arduo problema ante mis ojos”. Pues bien, lo más original es la forma que tiene el salimista para resolver éste problema, dice: -“ Tiendo mi oído a un proverbio, al son de la cítara descubriré mi enigma”.

Yo no sé que pensarán los grandes filósofos o los pensadores de la actualidad pero acá dice éste hombre de Dios que se puso al son de la cítara, alabar a Dios cantando. Cuántas veces la respuesta muy concreta de Dios nos ha llegado durante la oración, incluso durante el canto, durante la alabanza de la comunidad o incluso durante   la alabanza más hermosa que es la Eucaristía, la Santa Misa, cuántas horas ahorraríamos si nuestros equipos de discernimiento en lugar de discutir tanto pasaran más tiempo en la alabanza del Señor y un buen ayuno una vez por semana, y un ayuno también de la lengua porque en nuestras comunidades se habla demasiado y se escucha muy poco.

Terminando yo, otro fruto de la alabanza es el gozo del Señor.
El gozo en el Señor, o como San Pablo dirá, alegrarse en el Señor, que no es una alegría chicharachera, de esas que abundan en el postmodernismo que estamos viviendo. El Salmo 89 dice:-“Dichoso el pueblo que sabe alabarte, caminará a la luz de tu rostro. Tu nombre es su gozo cada día”.
El gozo es uno de los frutos del Espíritu y de la vida abundante que Jesús ha venido a traernos. El gozo no es un lujo sino una necesidad. Es nuestra fortaleza frente a todas las dificultades y tentaciones y es la alabanza la fuente de éste gozo. Isaías 61 dice:-“Consolad a todos los que lloran, dales diademas en vez de ceniza, aceite de gozo en vez de vestidos de luto, alabanza en vez de espíritu abatido”. La alabanza es entonces la antítesis de ese espíritu abatido, es el nuevo aceite de gozo. Por eso San Pablo dirá en Efesios 5:-“ No se embriaguen con vino que es causa de libertinaje, llénense más bien del Espíritu y reciten entre ustedes Salmos, Himnos y Cánticos inspirados, es el mejor vino, el vino del Espíritu Santo”.
Este vino produce en nosotros un efecto parecido al del alcohol pero sin resacas ni enfermedades, nos desinhibe, nos hace capaces de comunicarnos, llena de alegría nuestra fiesta y da vida a nuestras canciones. Llena de alegría nuestra vida por eso, Hechos 2,13, dice que cuando recibieron el Espíritu de Pentecostés estaban llenos de vino del mosto de la alegría de Dios.

Oración final:
Que la alabanza nos lleve a gustar de la oración Señor, a tener sed de Vos, sed de Tu presencia.
Que cuando nos sintamos cansados del camino, ese cansancio que a veces viene de adentro, busquemos siempre pasar un rato con vos a solas sobre todo delante del sagrario.
De tú a tú, de corazón a corazón.
Contarte los deseos de mi espíritu.
Desahogarte mis angustias y volver animado y confortado porque Vos sos mi fortaleza Señor, Vos sos la fuerza de mi alma.
Como el ciego Bartimeo en Jericó acudo a Vos pidiéndote misericordia, que cures la ceguera de mi alma, que yo vea, que te conozca a Ti con un conocimiento interno, profundo, contemplativo, con un sentido gustado y amoroso que me cambie los criterios, las actitudes, la forma de mirar mi vida, mi familia, mis cosas, porque si no cambio los criterios no hay conversión Señor, no hay conversión.
Como la pecadora pública en casa de Simón el fariseo quiero echarme a tus pies, besártelos, regarlos con mis lágrimas, y arrepentido de todos mis pecados e ingratitudes sentir en mi tus ojos compasivos y oírte que me decís “Andá en Paz y amame más y más”.
Como la mujer samaritana pido beber de Vos, manantial de agua viva, la única que sacia las ansias de mi alma, y la sosiega, y satisface con el agua de tu Espíritu para que de mis entrañas broten torrentes de agua y ya no busque la de las criaturas, finitas y fugaces, cisternas agrietadas, charquitos de agua contaminada, incapaces de clamar mi íntima y profunda sed de existencia.
 Como María de Betania yo quiero para siempre elegir la mejor parte, lo que sólo es necesario y que sos Vos, absoluto de mi vida.
Sentarme sosegado a tus pies y olvidarlo todo en Vos.
 Mirar como me miras y con que amor me amas.
  Escucharte y decirte lo que siento.
 Tomar tus manos y besarlas y apoyarme junto a tu corazón y escuchar sus latidos para que me purifiques y liberes de todos mis amores pasajeros, contingentes, superficiales, y palpar y sentir que sos Vos y sólo Vos mi único y gran amor y el que da sentido a los otros amores puros, rectos y castos de mi vida.
Como Zaqueo, el publicano, deseo ardientemente recibirte en la pobre casa de mi corazón.
Te ofreceré agua para tus pies cansados, te besaré el rostro con el beso de la paz y cenaremos juntos, y Vos con sólo tu mirada me cambiarás el corazón, mi corazón de piedra, mi corazón herido, mi corazón golpeado, mi corazón avinagrado, mi corazón rebelde, mi corazón resentido, mi corazón acomplejado en un corazón compasivo, tierno y misericordioso como el tuyo, permeable a la Gracia, muerto al egoísmo y a la avaricia de lo creado y sólo deseoso de ser manantial de agua viva para los demás.
Sí Señor, danos esa capacidad de alabanza, dádnosla, dádnosla Señor.



Te agradecemos por éstos días compartidos aquí en los estudios de Radio María, te alabamos y te bendecimos porque de todo corazón, sos grande y maravilloso, y porque además nos diste la presencia de Mamá María para que continuamente ore en nosotros y con nosotros nuestro permanente Magnificat para cantar las maravillas que seguís haciendo en nuestras vidas.

martes, 6 de octubre de 2015

GRAN HORA SANTA JUVENIL LATINOAMERICANA



Desde la Secretaría Latinoamericana de Jóvenes,  les invitamos a que se unan a la HORA SANTA JUVENIL LATINOAMERICANA, el sábado 31 de Octubre, a las 19 horas de cada país.

El desafío es estar junto a Jesús Sacramentado, adorándolo, amándolo, haciéndonos uno con su corazón, y a la vez presentarle las siguientes intenciones:
- Por la conversión y la renovación de todos los jóvenes del mundo, especialmente de nuestro continente.

- Por los planes y proyectos de la Secretaria Latinoamericana de Jóvenes.
- Por los Ministerios y Secretarias Nacionales de Jóvenes de cada país, para que reciban una nueva unción.

- Por la unidad de toda la Renovación Carismática Católica.
- Por los cristianos que sufren y son perseguidos a causa de su fe.
- Por  la  necesidades  de  cada  diócesis que  tengan en particular.
No dejemos pasar esta gran oportunidad de encontrarnos una vez más alrededor de Juesus Eucaristía unidos.


* Colabora  con nosotros organizando la Hora Santa con tu Grupo de Oración y compartiendo esta información, para que Juntos formemos la: NUEVA GENERACIÓN DE ADORADORES, EN ESPÍRITU Y EN VERDAD!