jueves, 21 de abril de 2016

NO TE CANSES DE HACER EL BIEN


«Y vosotros, hermanos, no os canséis de hacer el bien» (2 Ts. 3:13).


1. Un resumen  de la vida cristiana:

«La Escritura  nos  llama a  «hacer el bien».



a) El trabajo religioso es hacer el bien: predicar, enseñar, escribir libros y cartas, dar clases bíblicas, distribuir tratados, hacer obra personal, la oración privada, la alabanza, etc.
b) Una obra de caridad también es hacer el bien: los pobres, las viudas y los huérfanos, los ignorantes, los enfermos, los caídos, los despreciados, han de ser objeto de nuestra tierna atención y cuidado.
Todo lo que se haga con el sentido del deber, con dependencia de Dios, con fe en Su Palabra, por amor a Cristo, en buena voluntad para con los demás, y pidiendo la dirección del Señor, es hacer el bien.
2. Una advertencia en cuanto a cansarse de hacer el bien:
a) Los malos ejemplos llevan a los Trabajadores a la holgazanería (v. 11).
b) Los entrometidos y las personas que andan desordenadamente en la iglesia, estorban a muchos de su servicio diligente.
c) Los que causan dificultades, como los hombres «perversos y malos», perturban a aquellos que desean servir sinceramente al Señor (v. 2).
3. Un argumento en contra del cansancio en hacer el bien:
a) No pierdas lo que ya has conseguido.
b) Considera a los  que son capaces de negarse,  los demás por cosas inferiores: soldados, luchadores, corredores de carreras, etc.
c) Recuerda que el ojo de Dios está sobre ti, Su mano está contigo, también Su sonrisa, y que Él es el que te manda  a servirle.


d) Refleja la grandeza del servicio en sí mismo haciéndolo para el Señor y para Su gloriosa causa.

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